lunes, 15 de octubre de 2007

Enfoques de la Educación Tecnológica

Tres miradas, tres formas de pensar

A medida que fueron pasando los años y como resultado de la implementación desordenada se han configurado diferentes enfoques de la Educación Tecnológica. Los mismos estuvieron condicionados tanto por la formación de los docentes que se hicieron cargo del espacio, como con los mandatos que el imaginario dictaba tanto los directores como los responsables de la diagramación del currículo en los diferentes centros. Este segundo aspecto ha sido de mucha importancia dado que tiene directa relación con el perfil que se exigió a medida que fueron produciéndose vacantes.

En este escrito intentaré una primera aproximación a la descripción de los tres enfoques que puede asumir el espacio, considerados como predominantes, y que he delimitado a partir de la interpretación de Rodríguez de Fraga (1994)[1] ligado a las tres “lógicas” de la que menciona Fourez (1994)[2], a saber:

ë Un enfoque cultural relacionado con la llamada lógica de la subordinación.

ë Un enfoque técnico vinculado con al lógica del dominio.

ë Finalmente un enfoque socio técnico que se asienta en la lógica de la negociación.

Esta discriminación, que no es definitiva ni taxativa, sirve de orientación a la hora de responder tanto a la ya clásica pregunta: “¿qué se enseña en Educación Tecnológica?” como a la imperiosa necesidad de planificar situaciones didácticas que apunten a la Alfabetización Tecnológica de los alumnos evitando inaugurar un espacio extremadamente descriptivo sobre un fenómeno cultural tan amplio como, a veces poco conocido por el docente.

Al referirnos a un enfoque cultural estamos diciendo que entendemos que el fenómeno de la tecnología, es cultural y por lo tanto puede conocerse, analizarse, estudiarse, pero asumiendo que es un fenómeno “dado” donde poco podemos hacer y debemos adaptarnos a él. Esto explica la asociación con la lógica de la subordinación. Esta manera de ver la alfabetización tecnológica se reduce a la descripción de contenidos “tecnológicos” o sea sobre fenómenos creados artificialmente por el ser humano, sean éstos artefactos, organizaciones, máquinas o servicios. Las clases devienen en largas descripciones o trabajos de indagación con presentaciones e inclusive elaboración de modelos por parte de los alumnos donde se corre el riesgo de ampliar el límite de los contenidos a desarrollar en forma exponencial y, me atrevo a decir, caótica.

El enfoque técnico, en cambio, se asocia con la llamada lógica del dominio y básicamente consiste en una propuesta de intervención donde todo se reduce al dominio de un campo de la técnica. Se enseñan diferentes técnicas, se las practica y luego se pasa al siguiente tema. Este ha sido el caso de aquellas escuelas donde se dictan clase de carpintería, electricidad o dibujo técnico como herencia necesaria luego de la desaparición de las escuelas técnicas. Sin embargo, un aspecto no muy tenido en cuenta es que aquí se encuadran también aquellas propuestas centradas en las tecnologías de gestión así como donde la Educación Tecnológica es reemplazada por Computación. La lógica de base del enfoque según Fourez alimenta la ilusión de creer que es siempre posible dominar los sistemas en los que uno está inserto”, lo cual sabemos que no es posible. Además, en mi opinión, es muy tendenciosa a la hora de conducir el proceso de elección del proyecto de vida del alumno y está atado a discursos políticos y proyectos de control del conocimiento por parte de grupos de poder (económicos, políticos)

En tanto, el enfoque socio técnico, reconoce al tecnología como “actividad social”, es decir que involucra la acción y al interacción entre personas por medio de actividades de proyecto para la resolución de problemas. Su lógica implica la negociación (lógica de la negociación) con un paquete tecnológico de manera que luego el individuo pueda elegir lo que toma de él dejando de ser actor pasivo lo que favorece el desarrollo del espíritu crítico y la autonomía a la vez que promueve un espíritu innovador. En este enfoque se encuadra la propuesta original del espacio. Tiene el inconveniente de requerir al docente un trabajo muy intenso de elaboración de actividades así como de introducir un fuerte componente de inmediatez en las actividades que pone a prueba los saberes del mismo.

¿Con qué se relaciona la selección que se ha hecho del enfoque?

Si bien es posible que pudieran mediar otras razones, en mi experiencia y opinión puedo entender que la aplicación de un determinado enfoque para la Educación Tecnológica tiene que ver con dos aspectos centrales: la formación inicial de los docentes y el predominio de los imaginarios en los niveles de decisión.

En el primer caso entiendo que es un aspecto imposible de evitar pero que puede ser corregido, si generara dificultades, por medio de decisiones claras y acordadas que pueden tomarse en los establecimientos.

El segundo caso es el más difícil por su invisibilidad. A veces determinadas cosas “parece” que son de determinada manera y no imponen dudas sobre su ontogenia, sin embargo la interpretación que hacemos de ellas está mas relacionada con la publicidad que con una realidad educativa política y estratégicamente necesaria.

En relación con el enfoque que ha adquirido el espacio en los distintos centros, la lógica adoptada, estaría relacionada con la formación inicial del docente de la siguiente manera:

Si ésta tuvo que ver con alguna profesión u oficio tecnológico, es decir, el docente es un tecnólogo, le resultará mucho más próximo y sencillo acercarse a la lógica de la negociación, en tanto que las formaciones poco específicas dentro del área tecnológica facilitan el abordaje desde la lógica de la subordinación y, por lo tanto, a un enfoque de tipo cultural. También se ha podido observar que si la formación inicial pasó por alguna de las tecnología “estelares” del discurso neoliberal (computación, economía) hace que desde el imaginario y la asociación de ésta tecnología como “necesaria” o como LA tecnología[3] se conduzca a un enfoque exclusivamente técnico donde se interpreta que es posible y deseable lograr el “dominio” de la tecnología como una condición necesaria que permitirá la supervivencia y el éxito en un futuro que tiene mucho de fantasía.

En este análisis, he dejado de lado la consideración al condicionamiento que ejerce sobre el currículum la oferta editorial, el currículum editorial, puesto que en este espacio en particular adquiere una complejidad adicional generada tanto por la diversidad que se producía cuando las editoriales realizaban su propia “transposición” de los CBC, como por la ausencia de una continuidad en las ofertas, asociaciones con otros espacios (p. ej. Ciencias Naturales y Tecnología) o desarrollo de las Tecnologías “estelares”.

La necesidad de definir un enfoque

Si entendemos que enfocar es hacer foco y que foco es un “lugar real o imaginario en que está como reconcentrado algo con toda su fuerza y eficacia, y desde el cual se propaga o ejerce influencia” (Microsoft® Encarta® 2007. © 1993-2006 Microsoft Corporation.) podemos asumir que en tanto no definamos el enfoque a dar al espacio no podremos dotarlo de la necesario fuerza como para conseguir el objetivo político de poner en poder de la sociedad el control del conocimiento tecnológico. Por otro lado, desde la perspectiva de la práctica docente elimina la ansiedad y angustia que se ha podido observar en aquellos que han debido hacerse cargo del mismo.

Sería muy pretencioso asumir que un solo enfoque es el apropiado y que los otros dos no alcanzan los requisitos para necesarios, mas es preciso tomar una postura al respecto.

Desde mi perspectiva entiendo que los objetivos del espacio se pueden alcanzar desde el enfoque socio técnico, siendo los otros dos enfoques auxiliares que deben manejarse con discreción, dado su valor como formador de cultura de uno y la condición de ineludible del otro para el dominio del objeto de estudio.

Sin embargo, por las razones mencionadas más arriba que tienen que ver con el desarrollo del sentido crítico acerca del acto tecnológico asociado al carácter activo del individuo frente al hecho mismo, así como la potencialidad que éste tiene para el progreso en aspectos que tiene que ver con las relaciones humanas, el encuentro con el otro y su reconocimiento en función de sus posibilidades lo que es un reflejo de la misma vida en sociedad, encuentro más apropiado el enfoque mencionado.

El enfoque socio técnico en Educación Tecnológica se centra en propuestas de intervención sobre la realidad, o sea acción sobre el mundo, en forma grupal y organizada, donde el alumno asume el papel de constructor. Se concreta en productos que pueden ser novedosos o no, pero que funcionan y pueden compararse con otros hechos por sus mismos compañeros. Ante una misma problemática es deseable que aparezcan muchas soluciones. La intervención del docente será de guía, y se transforma en un agente casi lateral al proceso que propone, sugiere, llama la atención sobre aspectos no tenidos en cuenta, pero sin dar indicaciones que interrumpan el proceso creativo. Puede decirse que, en este caso es más deseable que el docente se vea obligado a buscar más información para apoyar a sus alumnos a que tenga disponibles todas las respuestas antes de empezar.

Sólo dos cosas se presentan como escollos a resolver, por un lado el currículum editorial, que no puede con el mismo pues no se ajusta a una propuesta curricular lineal ni centralizada, al respecto habrán de pasar muchos años antes que aparezca bibliografía apta que contenga algunos contenidos conceptuales básicos y variadas propuestas de trabajo adaptables a las diferentes realidades.

El otro escollo sería la elaboración de propuestas de clase por los docentes. En ese sentido estamos aún carentes de preparación suficiente que nos ayude a avanzar en ese sentido.



[1] RODRÍGUEZ DE FRAGA, A.. (1994) Educación Tecnológica (Se ofrece), Espacio en el aula (Se busca). Aique Ediciones. Buenos Aires.

[2] FOUREZ, G. (1994) Alfabetizaci6n Cientifica y Tecnológica. Acerca de las finalidades de la ensenanza de las Ciencias. "Cap. 6 ¿ Una ensenanza tecnol6gica en el secundario «general»?" Ediciones Colihue. Buenos Aires.

[3] Ver BUCH, T. « La Alfabetización Científica y Tecnológica y el Control Social del Conocimiento ». REDES, Vol. VI núm. 13, pp 119-136, 1999.